En una entrevista concedida Día 1 de El Comercio hace unos años, Don Rolando Arellano, uno de los principales referentes de nuestra profesión y past – presidente de la Sociedad Peruana de Marketing – MarkaMarca, señaló que a él no le gustaba utilizar el término “Marketero” para referirse a los profesionales del Marketing, sino que gustaba de usar “Mercadólogo”, en tanto consideraba que era un término de connotación mucho más profesional.
La memoria no retiene mayores detalles sobre esta posición, pero siempre se me quedó grabado el comentario, y de hecho en este humilde Blog hemos suscrito esta propuesta explícitamente en más de un artículo, pero una revisión panorámica de los cientos de comentarios que semanalmente venimos recibiendo en nuestro FanPage, Blog y en otras colaboraciones que hacemos con Mercado Negro ®, creemos que es el momento de fijar posiciones, de trazar la raya, de poner con puntos y comas los conceptos y las propuestas para que los profesionales tomemos posición a futuro:
¿Cuáles son las diferencias entre marketeros y mercadólogos?, ¿Cómo reconocer a un marketero y a un mercadólogo?, ¿es mejor ser un marketero o un mercadólogo?.
En este artículo desarrollaremos únicamente las 02 primeras preguntas, la tercera requiere una respuesta individual, una apuesta personal de los que lean esta nota, y obviamente, actuaremos en la estructuración de nuestras definiciones con toda la arbitrariedad de quién plantea una discusión sobre la que no hay antecedentes, pero es un riesgo que asumimos con mucho gusto.
Una primera aproximación es estructural: los marketeros son usualmente – lo que significa que no es una variable excluyente – profesionales o técnicos vinculados por formación – a veces por deformación – o decisión a temas como diseño gráfico, publicidad, socialmedia, expertos digitales, insighters, neuromarketing, brainketing, branding, etc., tópicos que se conceptualmente se enmarcan en la Publicidad, que es una de las 3 componentes de una de las 4 Ps del Marketing, por lo que se puede afirmar que cada uno de estos rubros es el 10% de una de las 3 componentes de una de las 4 Ps del Marketing, lo cual no tiene nada de malo en absoluto y es tan respetable como cualquier otra profesión, oficio u ocupación, pero el quiebre es cuando quieren pasar por marketeros, cuando desde su agudísimo ángulo de 5 grados pretenden explicar / aplicar el Marketing, que por concepto son 360 grados.
Reconocerlos es facilísimo: no saben hablar de otra cosa, cualquier caso de Marketing del que quieran hablar / analizar siempre intentarán recurrir a sus especializaciones o predilecciones conceptuales / instrumentales para explicarlo sin importar el tipo de producto, el tipo de mercado, el tipo de empresa o las circunstancias del entorno, sector de negocios u otras, creen que todo problema de Marketing se reduce o se puede explicar utilizando herramientas tan puntuales y específicas como branding, insights, neuromarketing, brainketing.
A los marketeros les es aplicable el concepto de Keinichi Ohmae (Q.E.P.D.), uno de los mejores consultores de McKinsey ®: “Para un hombre con un martillo en la mano, todos los problemas son clavos”, y bajo el mismo enfoque, los mercadólogos somos todo lo contrario, para nosotros el diseño gráfico, la publicidad, el socialmedia, las estrategias digitales, el branding, los insights, el ATL, BTL, etc. son sencillamente herramientas, alicates, tenazas, llaves inglesas, llaves francesas, desarmadores planos, estrella, taladros, winchas, etc., de las cuales tenemos en nuestra caja docenas o cientos y utilizamos en función a la problemática comercial específica que debemos resolver.
¿Son malos estos marketeros?, definitivamente no, por el contrario, su experticia es su principal fortaleza, el problema es cuando sin tener las herramientas necesarias quieren aplicar el Marketing, pero afortunadamente para ellos, el conocimiento y acceso a formación profesional es universal y solamente tienen que tomar la decisión para convertirse en mercadólogos.
Pero evidentemente, existen muchos marketeros radicales, los que si su interlocutor no comparte su punto de vista o los contradice, a falta de argumentos, lo atacan a él personalmente, y despliegan sus muchos o pocos conocimientos tratando de demostrar que saben del tema, mientras los mercadólogos lo miran lamentado que todo lo que saben no es lo que realmente necesitan saber.
Los marketeros defienden la creatividad a raja tabla, tienen en su altar a la diferenciación, afirman sin ruborizarse: “si tu producto / servicio no está en internet, no existe”, y obviamente ellos son los expertos en internet por lo que hay que salir corriendo a comprarles, los que todos los años van al CAMP ® a “aprender” lo último de lo último sin siquiera haber leído lo primero que han debido leer. Mientras los marketeros se concentran en las herramientas, los mercadólogos nos concentramos en entender los problemas para luego escoger que herramienta utilizar.
Una nota final merecen los marketeros subversivos, profesionales o técnicos de publicidad, comunicación e inclusive otras profesiones que no solamente se venden como expertos en Marketing, sino que con un descaro impresionante y un cinismo a prueba de balas se atreven a hablar mal de él, se les reconoce inmediatamente pues sus primeras palabras al momento de hablar son: “cambio de paradigmas”, “revolución”, “todo lo anterior no sirve”, “el marketing ha muerto”, “el nuevo marketing”, “reinventar el Marketing”, etc. El insight de su estrategia es claro: tratar de descalificar el Marketing dado que ellos no saben nada del tema, intentando así darle legitimidad a su ignorancia supina.
Algunos patéticos ejemplos de esta fauna marketera son el arquitecto Jürgen Klaric (“Estamos Ciegos: Pruebas de los Fracasos Millonarios de los Mercadòlogos” y el publicista Agustín Medina (“Bye, bye Marketing”), de quienes la única línea de defensa posible es argumentar que la libertad de expresión es un derecho universal. Un rasgo con el cual es facilísimo detectar a los marketeros subversivos es que cuando se les tilda verbalmente o por escrito de “gurúes”, sonríen complacientemente; tienden a tener problemas de autoestima.
Obviamente, no son pocos tampoco los profesionales de Marketing que actúan como marketeros y no como mercadólogos, lo cual nos lleva al terreno de la actitud: reconocer a un marketero es facilísimo, usa frases como: “Tal producto / servicio es un fracaso porque a mí no me gusta…”, como si él fuera el mercado; no argumenta con información, opina: “yo creo tal cosa…”, y cuando le pides información que sustente su punto de vista, en el mejor de los casos apela a “sus numerosos estudios” y a su “experiencia”, pero generalmente ninguno tiene que ver con el problema que se está tratando de resolver. Los marketeros son opinólogos, los mercadólogos investigamos antes de opinar.
Otra forma de reconocer a los marketeros es su actitud frente a los problemas comerciales que las empresas contratan para resolver: opinan, señalan, argumentan, definen, establecen, pero no hacen preguntas, no fijan el contexto, no analizan todas las variables en juego, complementando lo señalado anteriormente, por default vienen con soluciones o interpretaciones pre-concebidas, a la hora de hacer sus informes buscan entre los colegas cercanos: ¿no tienes un modelo de informe por ahí que pueda utilizar?, en vez de estructurar su informes en función a los objetivos específicos de su contratación. Los mercadólogos enfrentamos la problemática comercial de las empresas con nuestra mejor herramienta: una hoja de papel en blanco y un lápiz.
Otro rasgo muy común – pero no exclusivo y eventualmente injusto – en los marketeros es su pirotécnico lenguaje: de cada 10 palabras que usan, 6 son anglicismos: no hablan de participación de mercado, dicen market share; no hablan de muestras sino de sampling; no existe él público objetivo, es el target; no hay presupuestos, hay budget; no existen las redes sociales, es socialmedia; engagement, awareness, ATL, BTL, FTL, on, off, naming, chispitas, bengalas, ratas blancas, luces de colores, lluvias, bombardas, cohetones y cohetecillos al por mayor, y obviamente, son asiduos visitantes de la Expomarketing y se sacan selfies con Mickey Mouse o las chicas de peluca azul eléctrico.
Lamentablemente esta pirotecnia verbal marketera deriva indefectiblemente en la vulgarización del marketing, tema que hemos desarrollado en más de una ocasión: para los marketeros existe el Marketing Digital y ahora último, el Whatsapp Marketing. Para los mercadólogos, el marketing es un sistema completo, universal, integrado, estructurado, alrededor del cual gira el resto y deberían girar las empresas.
Cerramos este artículo con una sustentación técnica de la propuesta de Don Rolando Arellano sobre llamarnos mercadólogos y no marketeros: en sucesivas notas, investigaciones e informes hemos reportado el pésimo posicionamiento que tiene nuestra profesión en el mercado empresarial, y mucho del posicionamiento web de un producto o servicio, en este caso del Marketing, tiene que ver con los términos que utilizamos para tipificarlo: en República Dominicana por ejemplo, el término oficial es mercadólogo, pero, ¿qué diferencias puede marcar la terminología en la percepción del mercado?, nosotros creemos que muchas, y recogemos un concepto que desarrollamos en Octubre del 2012: la parte final de las palabras es la que marca su reconocimiento por parte de las personas.
Pensemos en el término Marketero, y busquemos profesiones / ocupaciones / oficios que usen la misma terminación “ero” y que sean de amplio dominio público: heladero, carpintero, enfermero, gasfitero, basurero, peluquero, barbero, barrendero, pelotero, etc. Con absoluto respeto por las personas que trabajan en estas labores, es asertivamente verificable que el uso del terminal “ero” está ampliamente asociado a oficios u ocupaciones que en términos de perspectiva profesional podríamos tipificar como técnicos o inclusive menores.
Ahora pensemos en el término Mercadólogo y hagamos el mismo ejercicio: cardiólogo, antropólogo, sociólogo, psicólogo, anestesiólogo, gastroenterólogo, otorrinolaringólogo, arqueólogo, paleontólogo, etc. Es igualmente objetivamente verificable que es una terminación ampliamente asociada a profesiones académicamente complejas y reconocidas, lo cual deriva de manera natural si consideramos que logos es un vocablo griego λóγος que hace referencia a reflexión, razonamiento, inteligencia.
Tú atento lector de esta nota, ¿Cómo te consideras: marketero o mercadólogo?, pero más importante aún, ¿Cómo quieres ser reconocido en tanto profesional de Marketing, como marketero o como mercadólogo?.
Y la pregunta final queda en tu conciencia: ¿qué estás haciendo para lograr ese reconocimiento?
El debate está abierto.
Estoy totalmente de acuerdo con los perfiles descritos. Está claro que el Marketing en nuestro País pasa por una época complicada, donde “todo el mundo cree saber de Marketing”. Para muchos desde haber llevado un curso, un módulo, leído un libro, visto un video en YouTube o haber llevado un Postgrado, es suficiente para considerarse un experto en Marketing. Tema aparte son estos “Gurús” que anteriormente han desacredito muy objetivamente en este blog.
Soy seguidor de esto blog, que es para mí una guía, ya que sus análisis son muy objetivos y enfocados en Marketing y no en publicidad como terminan cayendo muchos otros.
Ahora bien sobre este tema en particular (Mercadologos vs Marketeros) me atrevo a discrepar. Considero que deberíamos partir de la premisa del termino de donde provienen estas denominaciones Mercadotecnia y Marketing. El segundo es el término acuñado hace más de 100 años y el primero es la traducción/voz española del término acuñada por la RAE. Por lo tanto, al menos en ese punto no hay diferencia (según RAE: “Por su extensión, se admite el uso del anglicismo adaptado, aunque se recomienda usar con preferencia la voz española mercadotecnia). Ojo que Mercadotecnia viene de Mercado y –tecnia
Ahora bien “la discordia” surge con la denominación de “Marketero” (que no es un término oficial ni aprobado por RAE), el cual surge – infiriendo – del termino ingles Marketer que el diccionario de Cambridge lo define simplemente como “someone who works in marketing” (creo que no necesita traducción). Mientras que el término “Mercadólogo” no tiene significado por RAE, aunque si Wikipedia que lo define como “Persona especialista en mercadeo o mercadotecnia“. Hasta este punto estaríamos hablando de lo mismo. El problema y la discrepancia surge con el término “Marketero” que en si por su pronunciación no suena tan bien como Banquero ni tan profesional como “Mercadólogo”. Es decir no me veo presentadme: “Hola mi nombre es Jose Justo y soy Marketero” (me suena bastante amixer el término).
Según lo expuesto (gracias a Google), podemos considerar a ambos términos como equivalentes (aunque debería haber otra forma para etiquetar a esos seudo especialistas – gurus – expertos – marketpublicitas)
Reitero mis felicitaciones a este blog, al que considero el mejor que tenemos en el país y esperando que en algún momento se den un salto por Arequipa.
Saludos
Estimado José, gracias por tus – eventualmente exagerados – gentiles comentarios y por tu importante y sustentado aporte. Creemos que el debate es importante para desmarcarnos de tanto vende humo, por eso la necesidad de homologar conceptos / terminologías que nos permitan diferenciarnos en el mercado. Cordiales saludos.
Que gran respuesta Jose B. tenía una duda en cuanto esos conceptos. Este blog deja muy en claro que esta más de un lado que del otro sin responder realmente a la pregunta, algo que si hiciste y estoy muy agradecido, aclaro que no soy ni marketero ni mercadologo, solo un autodidacta. pero esa definición tal cual la das Jose es la que hay que tener en claro para no abrirle la puerta a cualquier «gurú» pues afuera hay muchos que bajo el peso de su nombre «título» acarrean desastres para la empresa.
Por último destaco esa frase de David. – «dado que sólo tenemos neurodocumentos (no los lea, piénselos»-. DEBEMOS INFORMARNOS, La Ignorancia es Costosa.
Gracias por participar Andrey, hay mucho por hacer para rescatar nuestra profesión. Cordiales saludos.
Saludos Fernando,
En el mercado actualmente encontramos denominaciones como mercadotécnicos y mercadólogos, para los niveles de técnicos y profesionales de marketing al egresar de cada una de las carreras correspondientes, lo cual (y sólo para aclarárselo a los marketeros) no quiere decir que exista mercadotecnia y mercadología. El Marketing es indivisible y aproximaciones como las de éste blog favorecen a que cada día sea más inconfundible.
Algo importante a acotar a la los alcances etimológicos de José Benjamín sobre la palabra “marketero”, no solo podemos ir al diccionario Cambridge, sino sencillamente a los sufijos del uso gramático de la RAE, el cual nos habla tanto de un sufijo que usado en sustantivo indica oficio, ocupación, profesión o cargo, como usado en un adjetivo indica de manera general carácter o condición moral orientado a personificar a alguien, así en nuestro país salen localismos y/o regionalismos como: “malera”, “dotero”, “pelotero”, “brichero”, etc.; que se forman sobre inclinaciones y/o aficiones de la persona, y es aquí, justo en ese lugar y condición donde colocaría al “marketero”, diferenciándolo del mercadotécnico y el mercadólogo, que representan en sí su propia condición profesional, similar a lo que sucede entre el tecnólogo médico y el ingeniero biomédico.
Valga decirlo, no tiene nada de malo tener afición al marketing, mientras te identifiques como aficionado y utilices sus herramientas con coherencia y respeto, y no pretendas cobrar al cliente como mercadotécnico o mercadólogo.
Por otro lado, para saber del disruptivo abortivo fugitivo Jürgen Klaric, sólo hay que darse una vuelta por el diplomado en neuromarketing y neurociencia de la UPCH, para saber que actualmente se le tilda con el “ero” de “sacavueltero”, dado el paso al costado que dio al desarrollo de la colorida y monstruosa criatura que hizo de la neurociencia aplicada al marketing.
Finalmente, sólo quiero compartir un diálogo que tuve con un cliente que visite hace unas semanas:
– Quiero una capacitación sobre ventas porque de eso de marketing tengo muchas dudas. Un profesional que es consultor de ventas vino a hacernos un taller de neuromarketing a los de comercial y estuvo bonito pero no aterrizaba en lo que queríamos.
– De acuerdo mi amigo, empecemos a trabajar sobre hallazgos. ¿Le dejaron algún documento, entregable o producto de su trabajo, un reporte,un informe, un manual? no sé
– La verdad, vino y dejó las diapositivas y la factura, nada más.
– Bueno entonces partiremos de cero mi estimado dado que sólo tenemos neurodocumentos (no los lea, piénselos) y neuroresultados (no los cuente, piénselos)…
Es lamentable recoger cada vez malas experiencias de empresarios como ésta, y por último resulta irónico que la diferenciación que tienen como panacea los marketeros, tengamos que estimarla como una vacuna obligatoria los mercadólogos.
Aporte sustentado y documentado, variantes de puntos de vista, información de campo y algo de pimienta. Los comentarios que nos estás dejando David, junto a los del amigo José Justo, muestran que todo el esfuerzo de años por mantener este Blog tiene sentido. Un abrazo
Estimado Fernando.
El problema quizás se deriva de la juventud de la disciplina en el mundo, y más en América latina. Como muchas de las cosas nuevas, a veces falta definir la deninación (decía García Marquez en sus novelas sobre Macondo que «el mundo era tan nuevo que muchas cosas aún no tenían nombre»). Eso pasa no sólo con la denominación de los que trabajamos en área sino incluso con el nombre de la disciplina, que aquí llamamos «Marketing», en México y Centro América «Mercadotecnia» y, en otros lugares como “Mercadeo”,»Mercadología» y hasta “Mercática”. Recuerdo que uno de los primeros en usar el nombre marketing en Perú, el profesor Konrad Fischer en los años 70, decía que él hablaba de “Mercadeo” y se lo corregían como “Mercado”
Eso hace más complejo el tema de cómo llamar a los especialistas, pues además de “Marketeros” (que en en algunos países hace sonreír porque así llaman a los especialistas en marquetería) los argentinos hablan de “Marketineros” y los mexicanos de «Mercadólogos» (en algunas universidades).
Creo como tú que hay que separar la paja del trigo, es decir que hay que hacer un mejor corte que diferencie a los que son realmente “científicos” (en el sentido de analistas integrales del tema) de aquellos que son especialistas en una porción o una moda del mismo.
El tema me reviene con alguna frecuencia a nivel de interés y he escrito más de unas cuartillas sobre eso, pero al final la pregunta resulta ser la de cuán conveniente es olvidar una “marca” profesional ya posicionada (al menos aquí) y cambiarla por otra relativamente excluyente. Hay camino por andar, pero debe hacerse.
Envío un abrazo para ti y saludos a los participantes de tu site.
Rolando Arellano C
Estimado Rolando, un enorme gusto recibir tus comentarios y motivo de orgullo para los que trabajamos en este Blog. Tu ojo mercadológico abre una pregunta que, evidentemente, merece ser re-pensada: ¿vale la pena cambiar la «marca profesional» ya posicionada en el mercado?. Tengo la fuerte impresión que «marketero» es un término posicionado hasta de mala manera, en los EDM (Encuesta de Desarrollo del Marketing en el Perú) que hemos hecho el 2014 / 2013, aparece como una mala imagen. De confirmarse, valdría la pena intentarlo. En todo caso, seguiremos buscando fijar el concepto – más allá de la «marca» – en bien del desarrollo de nuestra profesión. Un abrazo.
Increíble descripción y aclaración, comporto totalmente lo expuesto, en especial porque siempre he pensado lo mismo.
Lo único que vi mal es el tema de las 4P (aunque sé que no es de lo que trata el post), pero en la mezcla de promoción, son 5 los elementos, no 3. Estos son:
– Publicidad
– RRPP
– Promoción de ventas
– Ventas personas / personal de ventas
– Marketing directo (sin afán de ser marketero)
Saludos
Hola Tyrone, el «Marketing Directo» no existe, si te refieres a la técnica de enviar mensajes personalizados con gráficas mas o menos creativas, eso es publicidad, no Marketing, y está dentro de una de las Ps. Cordiales saludos.
Un tema para bastante debate, quisiera empezar discrepando respecto a tu afirmación de meter en el mismo saco a un enfermero con un basurero o un peluquero, he tenido la oportunidad de conocer a excelente profesionales del ámbito de la salud (en este caso enfermeros) con especializaciones por ejemplo en cuidados intensivos, que no tienen nada que envidiar a cualquier médico, considero, al igual que el Marketing es una carrera que lamentablemente no goza de una buena percepción en el país.
Por otro lado es más que sabido que ahora el Marketing esta muy manoseado, a tal extremo que muchas empresas solicitan profesionales en marketing pero te das con la sorpresa que el puesto de trabajo es para diseñador gráfico. Primera vez que leo detalladamente las diferencias entre marketero y mercadologo, francamente nunca había pensado que existían marketeros, siempre pensé que eran publicistas o motivadores, pero nunca especialistas en marketing.
Gracias por tus comentarios Hadad, siempre son bienvenidos. De pronto el tema pasa más por la performance / concepto / ejecución que una discusión académica, el Marketing debe aplicarse correctamente y a partir de allí sabremos si estamos haciéndolo bien o mal. Por otro lado, ten presente que esta propuesta conceptual entre «marketero» y «mercadólogo» es una lectura nuestra, es decir, un concepto propio a manera de propuesta, difícilmente son conceptos universales. Cordiales saludos.
Creo que en mis años de lectora rara vez o casi nunca comento, solo me dedico a leer sin fin de entrar en discusión.
Hoy es mi primera vez comentando y la verdad es que no puedo estar más de acuerdo con lo que aquí se expone.
Como amante del comportamiento humano creo que este mensaje, si bien para algunos algo rudo, es completamente cierto, desde mi punto de vista y experiencia personal.
Agradezco mucho este post.
Gracias por tus comentarios Paulina, en este Blog, tu voz siempre será bienvenida. Cordiales saludos.
Interesante punto, sobre todo leyéndolo en un sitio cuya dirección es «mercadeando.com»…
Gracias por tus comentarios Pepe.
Estimado Fernando, hace algunas semanas sigo tus blogs y videos de #Dr. Marketing en Youtube. Hace una semana me firmaste tu libro en el Encuentro de Marketing: Gestión del Servicio al Cliente pidiéndome que me una a la lucha por el Marketing.
Tengo que reconocer que me he vuelto seguidor de este blog por la forma tan profesional de argumentar tópicos acerca de esta profesión.
Luego de la lectura, quisiera conocer tu opinión acerca qué es lo más importante o relevante para poder denominar a alguien Mercadólogo; haber estudiado la carrera de Marketing, haber llevado especializaciones o posgrados, o la experiencia de haber implementado estrategias de éxito en empresas.
He terminado Gestión Empresarial, y quiero unirme a la lucha, sin embargo me encuentro en la incógnita de saber cuál es el camino correcto para ser un mercadólogo.
Muchas gracias por enseñarnos Marketing a través de tus blogs.
Gracias por tus comentarios Juan Martín. Creo que el llamarse mercadólogo pasa necesariamente por haber estudiado Marketing en cualquier de sus niveles de especialización, pero por sobre todo, trabajar de acuerdo a sus conceptos básicos y fundamentales, poniendo al consumidor al centro del negocio y trabajando con ética y profesionalismo. Obviamente la experiencia es importante. Bienvenido a la lucha!
Estoy totalmente de acuerdo. Yo estudie comunicaciones y me especialicé en marketing estratégico. Si algo aprendí es que el marketing uno tiene que concebirlo como una filosofía, un enfoque integrado de gestión. El marketing en esencia es estrategia. Conozco muchos profesionales que creen que hacen marketing cuando dan souvenirs o cuando hacen campañas publicitarias lo cuál me da mucha molestia.
Hola Fernando.
Gracias por el artículo, ha sido muy esclarecedor, aunque también me ha dejado algunas inquietudes.
Mira, como Licenciada en Relaciones Comerciales, me queda claro que no soy mercadóloga. Cuando estaba en la carrera, una profesora nos llegó a comentar que incluso los Lic. en Mercadotecnia no eran del todo mercadólogos, sino que éstos últimos, eran los grandes representantes de la profesión, es decir, que los mercadólogos eran las personas que además de la carrera, tenían amplia experiencia en el tema.
Lo cual me lleva a pensar que, aunque en mi carrera hay una fuerte presencia de los elementos que abarca la mercadotecnia, yo no puedo considerarme mercadóloga. Menos aun, si consideramos que no soy fuerte representante de los L.R.C. tampoco pero, siendo honesta, el término ‘marketero’, me parece divertido, me agrada. Creo que me gusta cómo suena y por lo que describes, también me gusta lo que implica.
De ninguna manera trato de restar importancia a los mercadólogos, sólo me parece que, en mi caso, podría disfrutar bastante de los placeres culposos que incluye autodenominarse ‘marketero’.
Siento que hay una diferencia marcada por los mismos mercadólogos respecto a lo que debe ser y lo que es.
Por otro lado, algo que he ‘malaprendido’ de mi también poca experiencia en sistemas de calidad es que, cuando todo se complica, vuelvas a lo simple, y siento que a veces pudieramos perder el foco de atención de la mercadotecnia; a mí por ejemplo, más que el nombre o la técnica, cuando pienso en mercadotecnia, lo que me interesa es vender (apuesto a que te sueno muy ‘marketera’ justo ahora, quizás los L.R.C. -que somos sobre todo vendedores con título-, somos dignos representantes de los ‘marketeros’) y seamos honestos, a veces lo que diferencia a una persona o proyecto exitoso, es la sencillez y espontaneidad con la que se presenta, no lo sé.
Lo que sí sé es que me ha gustado mucho tu artículo y que aunque me he identificado como ‘marketera’ gracias a él, saberlo me ha hecho sonreír esta mañana. Con el respeto que también me generan los mercadólos, ahora me siento ¡¡¡»totalmente…» #MarketeraLover!!! Y sí: I’m #LovingIt!!!
¡Gracias por el post! ¡Me ha gustado mucho!
Saludos desde México.
Eso es cierto!
Saludos desde República Dominicana.
Soy estudiante, pero ya he observado a mi arrededor algunos marketeros (por las características mencionadas) piensan que marketing es una sola cosa especifica; e intentan demostrarme que por cualquier otra cosa no sé nada del tema, sin embargo el Marketing es Amplio, es variado, no está encerrado en un cuadrito…y cada mercadologo tiene la libertad de ser creativo en cuanto al mismo dentro de los pasos a seguir!
😄Este artículo me ha animado…Gracias.