En la Sección Economía y Negocios de El Comercio del 02 de Junio, salió una nota sobre el conflicto que actualmente enfrenta a Vanessa Rodríguez Massa, famosa bloggera de modas (La Vida de Serendipity) con 500,000 visitas mensuales.

Y a Pamela Gonzáles Villarán, diseñadora de modas que ha presentado una solicitud de registro de la marca Serendipity para nombrar a su propia boutique de ropa femenina.

Hay elementos en este caso que vale la pena recoger para fijar lecciones aprendidas sobre la gestión de marcas comerciales en el sector empresarial

Comencemos señalando que en INDECOPI, los registros de marcas comerciales se hacen por “Clases”, que podríamos conceptualizarlas como grupos o categorías de productos o servicios.

Y en tal sentido, la protección que se otorga a la marca que se registra, se circunscribe a los productos o servicios detallados en dichas clases.

En el caso de Vanessa Rodríguez; ella tiene registrada la marca La Vida de Serendipity ® para su blog en la Clase 35 (publicidad, gestión de negocios comerciales, administración comercial, trabajos de oficina).

Mientras que Pamela Gonzáles ha tramitado su registro de la marca Serendipity ® en la Clase 25 (Prendas de vestir, calzado, artículos de sombrerería).

El proceso legal lleva ya poco más de 18 meses y se espera pronta resolución, pero ninguna eventual sentencia favorable le devolverá a Vanessa la inversión de tiempo y dinero que le ha insumido este proceso.

El argumento central de la defensa de la Srta. Rodríguez es que tanto ella, propietaria primigenia de la marca, como la Srta. Gonzáles, nueva registrante, se mueven en el mundo de la moda por lo que hay margen de crear confusión en los consumidores de ambos servicios.

Nuestra lectura es que, efectivamente, esa confusión es muy probable, pero al ser éste un análisis ex – post de la propietaria de la marca y no ex – ante, se sufren estas consecuencias.

¿No era relativamente natural proyectar que un Blog de modas tan demandado podría haber desembocado tarde o temprano en una marca de ropa para damas o en una boutique?;

Nosotros creemos que sí, que comercialmente es casi una derivación natural y que si se hubiera visto así, se hubiera ampliado la protección a la clase 25 y no habría el problema legal actual.

Busquemos otro ejemplo:

Uno de los veterinarios más reconocidos en el mercado actual es Rondón ®. ¿Si yo lanzara al mercado un champú para perros de marca Rondón ®, no tendría aceptación más rápida que si usara la marca Perrito ®?

Muy probablemente sí. Pero el servicio veterinario está en la Clase 44, mientras que los productos veterinarios están en la Clase 5.

Si el Dr. veterinario no toma sus precauciones, seguirá el mismo proceso de nuestro análisis.

No hay que perder de vista que hay extensiones similares en el rubro gastronómico, como las salsas envasadas Costa Verde ® del conocido restaurante (se amplia de la Clase 42, restauración, a la Clase 30, salsas y condimentos).

Y nuestro gran Gastón Acurio no se queda atrás y ya hace 02 años anunció que cuenta con las formulaciones de las salsas base de la gastronomía peruana, para comercializar en supermercados y exportar.

Un último caso interesante puede ser el de Selene ® que pasó de asesora en modas y diseño en TV a constituirse en un Instituto Superior Tecnológico (Clase 41).

El análisis costo / beneficio de invertir en ampliar el registro y protección de una marca comercial a sus posibles derivaciones futuras de negocios comparado al de sufrir todo el proceso de denuncia que hoy enfrenta Serendipity ®, es totalmente favorable al primer caso.

No pierdan tiempo.

 © Mercadeando S.A., Junio 2012
Director Técnico:   Fernando Zelada Briceño