En tiempos donde el CX y el UX están de moda entre los marketeritos, es llamativa la propuesta XT (=Xtraña) que ofrece LATAM a sus pasajeros: aún cuando compres asientos juntos (OJO, ahora se paga por cada asiento escogido); por ejemplo, viajando con un compañero de trabajo, el sistema nos coloca en grupos de embarque diferentes e inclusive distantes (Grupo 2 vs. Grupo 7).
¿Cuál es la lógica de llenar el avión por columnas y no por filas, como se ha hecho por años y hasta suena lógico de hacer? Llenar el avión de atrás hacia adelante reporta beneficios obvios de tránsito, ¿pero llenarlo por los costados? Ya se imaginan el malestar de parejas y familias.
LATAM espera que papá embarque primero, minutos después mamá y al final.. ¿el pequeño? Por no mencionar que al usar buses para el traslado hasta el avión los tiempos se dilatan entre uno y otro. Alucinante.
Mucho neuromarketing, es hora de re-enfocarse en el cliente.
¿Y usted empresario(a), no será que hay que revisar sus propuestas de servicio al cliente?
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