Una de las áreas de mayor debate en el Marketing es lo referido a branding e imagen corporativa, siendo de particular interés el establecer parámetros de transición en lo que se denomina comúnmente la modernización de una marca.
En el Perú como en muchos otros países, hay docenas de marcas que ya tienen varias décadas en el mercado, lo que equivale a decir que son marcas que han sobrellevado a más de una generación de consumidores, y es evidente que entre una generación y otra hay diferencias sustanciales que abren la interrogante: ¿la imagen de la marca debe permanecer tal cual era al inicio?, ¿no nos corremos el riesgo que las nuevas generaciones nos perciban como una “marca vieja” y perdamos conexión con ellos?.
Dato:
Naturalmente, los consultores expertos en imagen corporativa a nivel mundial señalan que es una necesidad absoluta hacer ajustes a la imagen de marca de una empresa cuando menos, cada 10 años, lo cual es entendible en la medida que dicho postulado les asegura trabajo por largo tiempo, ya que si una empresa no lo hace, dicen, ya fue.
En contraposición a estas opiniones, encontramos en el mercado norteamericano un ejemplo interesante, la mundialmente famosa y nombrada en cientos de libros sobre Marketing sopa Campbells ® que data desde antes de los ´60s, y cuya imagen corporativa se mantiene exactamente igual, aspecto que puede ser comprobado inmediatamente haciendo una búsqueda en Google: http://goo.gl/b1XGr
Contrariamente a los postulados de los expertos en imagen corporativa, este producto mantiene plena vigencia en el mercado a pesar de no haber renovado ni modernizado ni siquiera estilizado su imagen de marca. Ciertamente los lectores podrán señalar que una gaviota no hace el verano y que el caso señalado es más bien la excepción que comprueba la regla. Afortunadamente tenemos, ya en el Perú, otro ejemplo nítido al respecto: la leche Gloria ®, que mantiene exactamente su misma imagen desde su fundación en los años 40: una cabeza de vaca saliendo de un geranio. También se puede pensar en el isotipo de Mercedes Benz ®, o el logo de Coco Chanel ® o Yves Saint Laurent ® entre otros.
Casos contrarios
Habiendo demostrado que no es estrictamente necesario “modernizar” o “estilizar” las marcas como una política empresarial sine qua non, nos concentraremos ahora en los procesos de empresas que, efectivamente, decidieron asumir cambios o modernizaciones o ajustes en su imagen de marca de cara al mercado.
Caso Pepsi
Un caso que todos podemos tener en la cabeza es el de Pepsi ® que cambió su logo de años por uno nuevo pero con un proceso de transición coherente y estable: mantiene el círculo como marco, mantiene casi los mismos colores, y mantiene la posición de los colores dentro del nuevo logo (rojo arriba y azúl abajo), generando un cambio que respeta y mas bien capitaliza el posicionamiento ganado por la imagen de marca anterior, para que los consumidores tengan claro que es el mismo producto pero con cambios de imagen, que no genere confusión en el mercado.
Caso Kola Real
Regresando nuevamente al Perú, tenemos un caso similar e interesante con la Kola Real ®, la imagen de marca original data de los inicios del Grupo Añaños en Ayacucho allá por la época del terrorismo, y se aprecia cierta manufactura artesanal en el diseño, apoyando mucho a la fruta como parte de la propuesta central de valor (un limón o una naranja) del producto. Hace poco menos de una década, el grupo decide modernizar la marca, y encontramos el segundo logotipo, el cual como se aprecia, mantiene exactamente los mismos elementos, incluyendo el limón o naranja, pero de manera más estilizada. Eran los tiempos previos al gran cambio, donde obviamente se conjugaban opiniones técnicas con el corazón de los fundadores que tenían un fuerte vínculo emocional con la imagen original.
Actualmente, no solo ha desaparecido el nombre “kola real” sino que el limón o naranja también desaparecieron, toda vez que no guardaba coherencia con los sabores que componían la mayor parte de la cartera, como las colas negras. En todo caso, viendo en perspectiva los 03 logotipos juntos, se aprecia una línea de continuidad, un proceso progresivo y afinado, en que los consumidores no se confunden y la empresa no pierde el posicionamiento ganado. Un trabajo interesante en verdad.
Caso Carter
Este proceso sin embargo, ha sido desechado limpiamente por la fábrica de bocaditos Carter ®, la cual ha hecho un cambio de imagen que no merece otro calificativo que disruptivo, radical, un cambio de 180 grados, se fue de la izquierda a la derecha, tanto que pocos consumidores pueden percibir que se trata de la misma marca que compraban hasta hace unos pocos meses.
Los cambios que se pueden apreciar en las imágenes de abajo son contundentes: de una imagen de marca cercana, juguetona, coloquial, lúdica, llamativa que invitaba a los niños a jugar con el producto, se ha pasado a una imagen seria, formal, aséptica, circunspecta, light, hasta elegante, digna de una clínica. No se recuperaron ni los colores de la marca, ni el logotipo, ni el isotipo, ni la grafía, ni los colores del envase, nada, absolutamente nada, es como si el Carter ® del indiecito nunca hubiera existido y la marca se hubiera inventado hace pocos meses.
No tenemos la menor idea de por que se ha apostado por un cambio disruptivo, generalmente estos cambios se hacen cuando la marca “se quemó” por una falla de calidad que llego al mercado, o por que las circunstancias del mercado la asocian a algo negativo (no olvidemos que Gastón Acurio cambio la denominación de su cadena de hamburguesas de “Gringacho” a “Papacho” por la notoriedad que alcanzó el sicario adolescente que se hace llamar “Gringasho”), pero tal como el caso de Gastón, cuando eso sucede se cambia todo, en este caso no, se ha mantenido la denominación Carter ® pero se ha cambiado la imagen de la marca, por lo que es poco probable que estemos frente a un caso de los señalados.
¿Qué otra hipótesis queda sobre la mesa que explique esta apuesta tan riesgosa?
Luego de 16 años de trabajar con empresarios de todo América Latina, nos inclinamos a pensar en la aparición de un iluminado, un nuevo Gerente o uno de los herederos que siguiendo la antiquísima – y generalmente desastrosa – política de escobita nueva barre bien, pensó que todo lo anteriormente hecho no servía y era necesario re-fundar la marca.
Dejamos algunos preguntas simples como colofón:
- ¿Qué porcentaje de los antiguos clientes y consumidores de Carter ® notarán el cambio y qué porcentaje pensarán que la marca sencillamente desapareció y optarán por otras?
- ¿Cuál porcentaje de los antiguos clientes y consumidores de Carter ® aceptarán un cambio tan radical en la propuesta?, ¿Cuál de los porcentaje lo aceptarán?
De éstas preguntas no podemos tener respuesta, pero hay una a la que si podemos responder: ¿no había estrategias menos traumáticas o disruptivas de hacer el cambio de imagen para Carter ®?. Definitivamente, sí.
© Mercadeando S.A./ Centro de Innovación Tecnológica en Marketing
Septiembre, 2012
Presidente: Luis Fernando Zelada Briceño
Creo es mas que un cambio de imagen, mas bien parece ser que decidieron cambiar de segmento de mercado, hay entonces no una razón gráfica, si no una de estrategia de mercadeo ahí. Veo que ahora sus productos son como los Premium de su categoría, digamos que han salido de la antigua en la cual parece ya no tienen un espacio de crecimiento pues ya es liderado por Frito Lays, quienes absorvieron Karinto ahora ex-competencia directa de Carter. Coincido que pudieron conservar el indiecito que fue y será un elemento que pertenece a una marca que llego a ser una lovemark. Lo pueden introducir aún….pero en marketing los egos ganan.
Hola Iván, gracias por participar, es una hipótesis interesante aunque no muy clara en la práctica de lo ejecutado, los colores premium por excelencia son el negro, azúl marino o granate, en este caso, apelan casi totalmente al blanco, pareciera que han querido apostar a algo «ligth», aunque no hay nada en el envase que lo mencione. Por otro lado, si bien Frito Lay puede dominar con Karinto, ¿no había más espacio para Carter?, ¿no hubieran podido mantener sus posiciones y desarrollar otra marca o al menos otra variedad?.
¿Nadie conoce a alguien de Carter que nos saque de dudas?
Hace años, cuando empecé en el tema publicitario tuvimos que hacer una etiqueta para un nuevo producto. Se trataba de una crema depilatoria cuyo Gerente era en ese entonces Pepe Chiock. (espero no equivocarme en cómo se escribe su apellido)
A mi, con pocas semanas en el negocio publicitario, me tocó sustentar la bendita etiqueta que iría adherida al envase. El equipo creativo hizo un «físico» del envase y adhirió a él el boceto terminado de la etiqueta.
A Pepe le sustenté el tema de la etiqueta como 20 minutos hasta que se paró con el físico en la mano, se fue a una esquina de la sala en donde estábamos, me pidó que me pusiera en la esquina contraria y me preguntó: «Manuel ¿qué dice acá?» – señalándome la etiqueta -. Yo que ya era en ese entonces medio ciego…no veía ni michi. «No veo» , le dije. Y no veía, no porque era ciego, así lo fuese, sino porque las letras se convertían en una «masa» producto del tipo y color de letras con el color de fondo que lo hacían ilegible, irreconocible, etc.
El Chino me dijo «Manuel, ¿sabes para qué pido que me hagan una etiqueta?» . En esos momentos no sabía que decir, a pesar de que era muy joven sabía que cualquier respuesta me haría ver como tarado. Un susurrante «dime Pepe» salió con la seguridad de que estaba poniendo mi cabeza a merced del hacha del cliente. «PARA QUE MI PODUCTO SE VENDA SOLO EN EL PUNTO DE VENTA» resonó.
Una cosa mas… «disruptivo»….interesante…disruptivo…hmmm….¿disruptivo?….DISRUPTIVE dear Lucho?!!!!
Hola Manuel, gracias por tu comentario, hice la prueba que señalaste de la distancia y el primer Carter se vé mucho más nítido que el segundo, no es malo hacer planteamientos disruptivos, el tema es que sean rentables. Un tema aparte merece la diferenciación y el reconocimiento que el consumidor pueda hacer del producto, recuerdo que una de las críticas más ácidas que se hicieron al anterior logotipo «Hecho en Perú» es que era muy sobrecargado, pero tanto, que cumplía perfectamente con diferenciarlo. Cordiales saludos.
No, no. Estoy de acuerdo con las rupturas, a veces son necesarias…si son parte de la concepción del nuevo valor, pero (siempre hay uno) la historia siempre enseña ¿no?
PD.- Al «Chino» Chiock lo recuerdo con afecto, lo menciono siempre en mis clases… aunque tal vez no sepa quién soy.
Saliendo un poco del caso en concreto, me parece que el autor de la nota esta equivocado en su concepto de lo que significa imagen de marca, al poner en tela de juicio la opinión de los expertos que recomiendan hacer ajustes a “la imagen de marca” con determinada frecuencia, y al citar casos como el de Campbell o Pepsi, argumentando que se han mantenido vigentes en el tiempo sin necesidad de un “cambio de imagen”.
Lo que han mantenido estas marcas “invariable” (en realidad si hay cambios, sutiles, pero cambios al fin) es su identidad visual -llámense logotipos, isotipos, tipografías, etc-. más no su “imagen de marca”, que como sabemos es el resultado de las acciones de comunicación integral de la marca, percibidas por el mercado. En ese sentido, las marcas nombradas (y cualquier otra marca saludable en la actualidad) han sido, son y serán pródigas en acciones de marketing destinadas a mantener la imagen siempre vigente; caso contrario quedarían desfasados y serian competitivamente vulnerables.
En lo que respecta al cambio en la identidad visual del packaging del producto mencionado, me parece que un cambio tan radical debe responder a razones estratégicas muy poderosas, de lo contrario la marca (y los responsables) enfrentaran serios problemas.
Hola Alfredo, es «lío de blancos» discutir sobre imagen de marca, identidad visual, identidad corporativa y hasta posicionamiento, son conceptos intimamente ligados y simbióticos. Sobre el caso Carter, sí, tienen que hacer razones muy poderosas pero ninguna de las hipótesis que hemos revisado encaja. ¿Tienes alguna hipótesis en particular?, ¿que piensas de la de Iván Santa Cruz sobre apuntar a ser los premium del mercado?. Cordiales saludos.
De puro metiche: ABSOLUTAMENTE DE ACUERDO
Estimado Luis, no estoy de acuerdo en que se llame «lío de blancos» a una discusión sobre conceptos tan fundamentales de una disciplina, a la cual como yo, muchos le debemos el diario sustento. Me parece que una de las cosas que más diferencia a los profesionales, -sean de la profesión que sean- de los advenedizos, es la convicción de que siempre se debe abordar con propiedad todos los asuntos relacionados con la profesión; un comportamiento verdaderamente profesional, no tiene por que, ser solo exclusividad de «blancos». Disculpándome por el exabrupto y a riesgo de sobredimensionar el comentario, aprovecho la ocasión, ya que el termino siempre me ha parecido injusto, discriminatorio y hasta autodenigrante.
Ya en el tema, estoy de acuerdo con Iván cuando opina que el cambio se debería a un replanteamiento en la estrategia de posicionamiento y que por lo menos deberían haber conservado algunos activos de marca, como el personaje que aparentemente parece ser muy conocido. En lo particular, creo que una decisión tan importante como una transformación a ese nivel, solo debería responder a necesidades estratégicas muy poderosas, pero llevadas a cabo de manera sistemática y en fases debidamente monitoreadas.
Estimado Gustavo, gracias por tu participación y por tu corrección sobre los términos, lo tendremos en cuenta en adelante; sobre la frase, en realidad es una referencia histórica pero válida, sin temas racistas de por medio. Sobre tu aporte directo al tema, creo que tenemos un consenso que, más allá de las razones, estratégicas o no que puedan haber existido – finalmente solo podemos conjeturar al respecto – todo apunta a que el proceso ha debido ser más fino y menos disruptivo y hasta traumático. Hemos conversado con varios puntos de venta y confirman que la gente cree que la marca «desapareció», solo luego de una argumentación detallada «entienden» que en realidad solo había cambiado. Cordiales saludos.
Después de 3 años, ¿hay resultados sobre este cambio de imagen?
Saludos,
JD
Hola Juan Diego, habría que buscar estadísticas de consumo, pero a simple vista, no parece haber grandes cambios. Cordiales saludos,