El Marketing es una de esas profesiones[1] en que los colegas involucrados tienen una marcada tendencia al uso y abuso de anglicismos: no hablan de participación de mercado sino de market share, prefieren hablar de target en vez de segmento objetivo de mercado, y siglas como BTL son abreviaciones en la misma línea (Below The Line), no escriben artículos sino que postean, no desarrollan estrategias en línea sino on line y miles de otros ejemplos que encarrilarían a Martha Hildebrandt al suicidio.
Siempre se puede acotar que el término mismo Marketing es un anglicismo, lo cual es totalmente correcto, pero es uno de esos casos en que se justifica su uso, ya que la traducción comúnmente usada de Mercadeo o Mercadotecnia no reflejan el espíritu real del concepto: el ing del término original es un gerundio, una acción constante, lo cual es parte de la naturaleza misma del concepto.
Entrando al tema…
Algo parecido sucede con el branding, su traducción literal sería marcando, que honestamente, no suena muy bien, y si ensayamos alternativas como marcación o marcaje, fonéticamente suenan mejor pero pierden igualmente parte del sentido original. Tal es la razón por la cual los antiguos italianos decían: “Traduttore, traditore”, que significa: traductor, traidor.
El punto es que esta tendencia alienante del abuso de anglicismos como jerga técnica en nuestro medio ha generado cierta predisposición lingüística por parte de los Gerentes de Marketing y ya le ha pasado varias facturas de varios “0s” a las grandes marcas por tratar de imponer a la fuerza una estrategia de global branding en un mercado cada vez más fragmentado (ver el Caso Field en y la Tendencia de la atomización del mercado).
Ejemplos:
Comencemos por un caso que por el tamaño del error aunado al tamaño de la empresa es realmente paradigmático: Head & Shoulders ®, marca de Procter & Gamble ®, una de las transnacionales más grandes del mundo. Los que estén en el negocio por más de 15 años, recordarán que al inicio el producto se ofrecía con esa marca: Head & Shoulders ®, esperando que las consumidores latinoamericanas – el resbalón no fue solo en Perú, fue en todo América Latina – lo pidan así en las farmacias o boticas.
¿Qué sucedió?
Que como no somos angloparlantes sino hispanohablantes, las chicas al acercarse al mostrador decían algo así como: “Deme un jedanshulds”, y el tendero muy atento les replicaba “salud” pensando que habían estornudado. Dejemos caer un velo piadoso sobre el resto de la escena, que terminaba con la dama en cuestión pidiendo otras marcas tan simples de pronunciar como Clinic ® o Sedal ®.
La empresa gastó – no se puede decir que invirtió – millones de dólares en publicidad para posicionar una marca que nunca fue aceptada por las consumidoras latinoamericanas, al extremo que tuvo que cambiar toda su estrategia y reinvertir otros varios millones de dólares en un spot publicitario que decía: “pídelo como H & S ®”. ¿Branding o marcaje?. En este caso, el marcaje la ganó al branding.
Pero a pesar de este catedralicio error por su tamaño y visibilidad
El virus de la alienación es muy poderoso y siguió haciendo de las suyas entre los Gerentes de Marketing de las grandes corporaciones, entre las cuales se encuentra la Eveready Battery Company de EE.UU., propietaria de las mundialmente famosas pilas Eveready ®, que a fuerza de no asimilar el mensaje del error/horror de Procter & Gamble, durante muchos años ha tratado de imponer su branding original en Perú, hasta hace unos meses en que la cordura llegó a la Gerencia de Marketing de la empresa y decidieron invertir en una campaña de traducción de su marca: “Pídela como E – VE – RRE – DI”, que podemos encontrar circulando por Lima en la 73.
Es impresionante que una marca tenga que hacer inversiones adicionales en branding para traducir su marca, pero al mismo tiempo es gratificante por que muestra que el Marketing en esta empresa viene asumiendo finalmente su rol: enfocarse en los consumidores y no tratarlos a todos por igual bajo una mala concepción de una estrategia de globalización. ¡Bien por Eveready Battery Company!.
El marcaje le vuelve a ganar al branding, van 2 – 0.
Dejando de lado los productos de consumo masivo de las grandes empresas, encontramos otros casos de errores / horrores de branding en lo que fue el frustrado ingreso de la cadena de pizzerías Little Caesar´s ®, que aunado a lo complicado de la pronunciación de la marca como tal, usaba una identidad visual poco comprensible: un cavernícola[2] comiéndose un slice – anglicisaremos en este caso por la empresa en cuestión – de pizza. ¿Una pizza de piedra?. No parece ser una propuesta de valor interesante, pero claro, los promotores de este experimento de branding argüirán que la marca es famosísima en Estados Unidos. Pequeño detalle, estamos en Perú.
¿Resultado?
hoy los locales de esta cadena han desaparecido y en su lugar se ha instalado Telepizza ®. 3 – 0 sigue ganando el marcaje.
Pasando del contexto mundial a un entorno más bien hispano continental, encontramos el caso de Mantecol ®, golosina Argentina que quiso entrar al Perú hace unos 10 años y que rebotó como pelota de playa por que para un peruano promedio, dicho branding significaba poco más que comerse una barra de manteca con lo indigestante que ello puede sonar, mientras que en Argentina, dicha denominación alude directamente a un tipo de dulce tradicional muy conocido. Pero ché, Perú no es Argentina. Marcaje 4, Branding 0.
Y para terminar…
un caso de branding frustrado y frustrante traído desde Francia: BCBGMAXZASRIA ®. ¿juats?. Así como suena, lanzamiento exclusivo de tiendas Ripley ®, con catálogo a todo color día domingo en El Comercio. Si alguien puede repetir 6 veces la marca de corrido sin equivocarse, merece un premio.
Obviamente, ahora en las tiendas Ripley ® ya pusieron afiches donde solamente se lee BCBG ®. Esto ya no es un error ni un horror, es un erreur y un horreur, mientras que el marcado a favor del marcaje en contra del branding comienza a parecerse al que asimilaron Barcelona y Real Madrid juntos, y hablando de los españoles, no podemos dejar de mencionar el caso del HSBC ®.
Fue impresionante, por que los mismos Gerentes de HSBC ® sabían perfectamente que la marca era malísima para nuestro mercado, eran tan conscientes de ello que lo quisieron usar como estrategia de posicionamiento jugando con su campaña de intriga: “¿HSBC es un hotel?”, “HSBC es un hospital?”, etc. Finalmente se tuvo que ir.
Naturalmente, algunos académicos bien informados de la platea levantarán su mano de protesta señalando que el concepto de branding va mucho más allá de la simple denominación fonética o gramatical de la marca y que busca generar una relación estratégica de valor entre la marca y el consumidor, concepto con el cual estamos de acuerdo.
La pregunta es: ¿se puede generar una relación estratégica con un consumidor que ni siquiera puede pronunciar la marca?. ¿Qué piensan ustedes?.
© Mercadeando S.A./ Centro de Innovación Tecnológica en Marketing
Mayo, 2013
Presidente: Luis Fernando Zelada Briceño
[1] Hay una enorme discusión sobre si el Marketing es una disciplina o una profesión, de hecho, el EDM 2013 mostró que se le compara más a ocupaciones que a profesiones.
[2] Cuando hemos hecho pruebas ciegas entre consumidores tomados a pie en la calle, el 95% señala que es un cavernícola, no se dan cuenta que es un emperador romano.
Magnifico y divertido análisis sobre algunas marcas, Mantecol, es muy rico y bueno solo en invierno donde el frio como el de Argentina lo exige, HSBC , mas parece virus. Saludos
Hola Ebo, gracias por participar. De hecho hay muchos otros casos que ya no hemos puesto por espacio del blog, el mismo «MAPFRE» no es la mejor marca que se pueda utilizar, pero se ha desarrollado bien a pesar de ello, pero la reflexión es: si se han logrado posicionar con una denominación poco pronunciable, tal vez hubieran tenido mejores resultados con una más cercana al consumidor. Me acabo de acordar de la aerolínea «LCBUSRE», que ahora con buen tino se llama «LCPerú», seguro que tu tienes otros en mente. Cordiales saludos.
Estimados, aprovechando el tema de Head & Shoulders, acuérdense que aprovechando el limitante lingüístico del producto y su cambio de denominación a HyS, apareció en el mercado un shampoo llamado HS Nacional, que inclusive llevo a Indecopi a Intradevco, Almacenes Canta y a Droguería y Distribuidora Britania, quienes fueron los que aprovecharon el desliz de Procter.
El artículo muy bueno, ya que aún hay un listado sin fin de marcas que no son amables a su pronunciación, como en alguna vez lo fue el detergente Drive, que la gente lo pedía como lo leía y no como realmente debería sonar.
Slds.
Hola Manuel, gracias por participar. Confieso que no conocía el caso del HS Nacional, me parece muy interesante, ¿tienes idea como termino el caso?, no recuerdo haber visto en el mercado HS Nacional, supongo que INDECOPI habrá impedido su comercialización, no me parece raro que Intradevco lo haya intentado, su estrategia de seguidor – imitador la hemos comentado antes con el caso de Geo Men vs. Ego (http://mercadeando.com/blog/gloria-vs-alpina-ego-vs-geomen-imitacion-innovacion-como-estrategia-competitiva-un-aporte-para-el-debate-del-marketing-estrategico/). Cordiales saludos.
No sé por qué siento que me cayó una piedra…
Me he divertido mucho con el artículo …podría decir que es uno de los que habría que poner en vitrina…
WRANGLER tuvo el mismo problema y necesitó enseñar cómo se pronunciaba la marca…sin embargo a Levi´s (livais) nunca le interesó que le digan «Levis»…pero lo que más me sorprende hasta ahora es el fenómeno 7 up…nunca nadie que yo conozca le dijo «siete up».
Dos cosas pa´ no perder la costumbre: el marketing es una función de la empresa y alguien la tiene que hacer…es una profesión…reciente
Al Ries y su hijita en «Las 22 leyes inmutables de la marca» indica: «Aunque parezca ilógico, pensamos que algún día el propio concepto de marketing quedará obsoleto y será reemplazado por uno nuevo, que se llamará branding»
….bueno no me sorprende el «piscinazo»…
Hola Manuel, siempre es un gusto verte por el blog. Me había olvidado del caso de Wrangler, antiquísima marca de jeanes de la que hoy se escucha poco; el caso de Levi´s vs. «levais» es interesante por que abre varias preguntas complejas: ¿es bueno que se haya dejado la marca a la libre pronunciación de los consumidores o se ha debido «capacitar» a los consumidores en la correcta pronunciación de la marca?. Recuerdo que el desaparecido y admirado Andrés Voto-Bernales, que era Gerente de MacroMarketing, cuando trajo al mercado «Anchor» de Nueva Zelandia no se hizo problemas y la tropicalizó nominativamente ya que la publicidad decía «anchór», mientras que el idioma inglés original se pronuncia «ánchor» (ver http://mercadeando.com/blog/mad-gatorade-y-el-cambio-disruptivo-de-imagen-marketing-estrategico/ ) . ¿Qué piensan de las preguntas planteadas y el caso levais vs. anchór?
Encontré un ejemplo más leyendo el último libro de Carlos Dulanto, que en la Argentina no pueden pronunciar bien la marca Pepsi (debido a la particular forma de hablar de los argentinos que pronuncian Pecsi), por lo cual en el año 2009 BBDO Argentina decidido aprovechar esta curiosidad para acercarse a sus consumidores con una decisión a la que no todas se atreverían: cambiar de nombre, lo cual no hizo mella en las ventas de la bebida, mas bien la sintieron personalizada…
Slds.
Este tema da para mas debate…
Excelente aporte de mi tocayo
http://www.youtube.com/watch?v=gphcW-s0e28
Pero tenemos muchas cosas mas con déficit de pronunciación (¿tropicalización?), el detergente ACE, la marca de autos Hyundai, las motos Honda, la antiquísima marca Frigidaire, los caramelos Halls…creo que a nadie le importa como le diga la gente a sus productos…lo que les interesa es en dónde están dentro de su cerebro.
Estimados Manueles, aprovecho en responderles a ambos por que creo que se abre un debate interesante que amerita un artículo completo sobre el tema de la tropicalización de las marcas, lo prepararé en las próximas semanas y será publicado mencionándolos por que ambos han sido parte de su génesis. Cordiales saludos.
Gracias Lucho!
Grande mi amigo Andrés Voto-Bernales…siempre acordándome bien de él.
Estos casos son muy comunes en nuestro País (lamentablemente).
Recuerdo que trabaje en una empresa dedicada a impresiones de paneles y vallas su nombre era PRINTX, pero la gente y el mismo personal de la empresa le dice «Printex»
¿Curioso? Bueno, se le permitía a toda la gente mencionar el nombre como mejor les parezca. ¿Eso es bueno?
Hola Alexander, disculpa la demora en reaccionar. Creo que el tema pasa por un criterio básico de homologación en función al mercado, es decir, no es «tan malo» que en un mercado, p.e. Perú, la gente no diga «ánchor» (la tilde es solo gráfica) sino «anchór» por que a diferencia de los angloparlantes, los latinos tienden a acentúar las últimas sílabas y o las primeras. El punto es que, al final del día, todos los peruanos le digan «anchór», lo que sí sería un serio problema, es que, como señalas, cada uno pronuncie la marca como bien la entienda, ahí se pierde el criterio de unidad que es consustancial al concepto de Marca. Cordiales saludos.
El caso de Anchor es especial. Guiados por Andrés Voto-Bernales QEPD en los focos groups, se dejó que el ama de casa pronuncie la palabra como mejor le sonara (sin ningún sesgo previo). El resultado sirvió para convencer a los directivos extranjeros en la forma de decirlo en la campaña publicitaria.
Parecería lógico, pero en otros países de Latinoamérica no lo usan así.
Hola Leopoldo, gracias por participar. Definitivamente la pérdida de Andrés fue una gran pérdida para el Marketing en el Perú. El caso de Anchor es emblemático de como aún las transnacionales pueden flexibilizar posiciones en función al mercado, pero ciertamente y lamentablemente es más una excepción que una regla. Cordiales saludos.